jueves, 28 de enero de 2010

I got a date with the nite!!!!!!

Could there possibly be another girl in rock as cool as Karen O?                                                                    Sure, maybe, Is just that I am not so musically educated to know Her, so for me the head of yeah yeah yeahs is the winner! And last night The New York trio rocked the biggest city in the world a yeah the made some noise.

domingo, 24 de enero de 2010

Dylan, ser testigo de una leyenda.


Un poema es una persona desnuda…
Algunas personas dicen que yo soy un poeta”
                                                                                                                           Bob Dylan     


Mil asientos me separaban de mi objetivo[1] pero eso no importaba porque en pocos segundos estaría respirando el mismo aire que el maestro, el mito, el indefinible Sr. Dylan. Mientras esperaba trataba de clasificar mis emociones,  mi estomago se  había convertido ya en un contenedor de nerviosismo, esperanza y ansiedad, Tenia más de un mes esperando este momento y más de una vida soñando con verlo, y es que Dylan es uno de esos artistas que tienes y debes ver, se lo debes a tus padres y a las generaciones pasadas, te lo debes a ti mismo e incluso al propio Bob[2]. No hay excusas y ni el dinero ni la salud, ni nada, se interpondrían para presenciar la segunda y probablemente Ultima venida a México del  personaje   que le dio a la música su conciencia .
  
Finalmente la espera había acabado El Hombre [3]subió al escenario  con su elegante y delicada figura, vestido de negro y sombrero, al mismo tiempo que el auditorio estallaba en una eufórica lluvia de aplausos, chiflidos y gritos. Era obvio que algo excitante estaba a punto de comenzar, y mucho pasó simultáneamente.
 Tan pronto se escapó la primera nota de “rainy day women”,  y el hechizo de Dylan comenzó a tener efecto, el auditorio calló,  todos quedamos  hipnotizados, sin hacer ruido, ni movimientos bruscos para así  escuchar cada acorde, sin parpadear por no querer perdernos ni un solo movimiento.  La atmósfera era inigualable y al  igual que la mayoría de los presentes aun no podía creer mi suerte.


Dylan pasó el concierto entero encorvado sobre su guitarra y teclado, Su inconfundible voz  rasposa y seductora, que derrama estilo, resonaba en todos los rincones del auditorio[4]. Su comentario fue inexistente pero dejó que su música hablara por el, eso era suficiente para conectarse con su publico. A pesar de su edad,  Dylan demostró que su alma no ha dejado de luchar, las leyendas como el, supongo, nunca envejecen. Deliberaba cada canción con la energía de un niño con altos niveles de azúcar en su sangre, paseando por el escenario haciendo el twist mientras nos llevaba por un recorrido de su historia musical, pasando de lo acústico a lo eléctrico, del folk al rock , con su tórrida descarga de letras, poesía cargada con latidos eléctricos y gemidos de guitarras.


El hacia que sus instrumentos cobraran vida, roqueaba esa harmónica  con tanta intensidad que no podía evitar, desde lo más vulgar de mi ser, desear ser esa harmónica[5]cuyo clímax llegó en la versión Blues   que Dylan interpretó de su trascendental “Blowing in the wind”  con la cual cerro el concierto , para este punto y por la conmoción que había causado su interpretación de “like a rolling stone”   todos volaban fuera de sus asientos, incluso los contemporáneos de Bob, que hasta entonces habían permanecido respetuosamente en sus sitios en una actitud que sólo puede describirse como  embelesamiento.

miércoles, 13 de enero de 2010

truths

un adicto puede sobrevivirlo todo , menos un viaje a las vegas.

miércoles, 6 de enero de 2010

Tu, Yo y El

Yo no sé a quien le lloro
Tu figura con su cara
Tu mirada con sus ojos
Tu sonrisa con su risa
Y al final que más da que importa ya.
El cerró la puerta y tu dices adiós.

lunes, 4 de enero de 2010

Ever fallen in love with someone?

“And we won't be together much longer
Unless we realize that we are the same”

La escena es esta: Una foto acaba de ser subida al Caralibro. En el fondo se escuchan los estridentes chillidos eléctricos y furiosos de los Buzzcocks. El rápido latir de la batería trata de alcanzar el ritmo de mi propio palpitar para así unirse a su aceleración.

Mientras, Yo doy vueltas por todo el cuarto ocasionalmente recordando que debo recoger toda esa ropa del suelo, pero enseguida vuelvo a la foto, la recorro, llenándome de cada detalle, tratando de descifrar todas las tonalidades y ahora voy perdiéndome entre el negro y deslumbrándome en el blanco aunque en realidad el panorama sea más bien gris.Y que causalidad que haya sido ese instante en el que nos encontrábamos más libres el capturado por una leica de 35mm, y así disecado para la eternidad se presentaba ahora como una revelación.

En primer plano lo veo a EL, en su cara hay una expresión extraña, ajena, tal vez sea por el alcohol o quizá no, después de todo y a pesar de la cercanía hay tanto en el que no conozco. El sonríe, en su mirada no hay confusión, en ese instante el sabe lo que quiere, mira directamente a la cámara, sin miedo, como afrontando todo lo que pudiera venirse. Sus brazos rodean a una figura tres veces más pequeña que la suya, es la mía, aunque me ha costado trabajo reconocerme.Tengo los ojos cerrados, pero no de esa manera torpe y tonta con la que las personas suelen arruinar las fotos familiares.

Los tengo cerrados porque la sonrisa que porto me ha obligado a hacerlo. Sonrisa que puede entreverse aun a través de la mano con la que la tapo, pues aparezco mordiéndome la uña de dedo, gesto que parece indicar mi deseo mas que mi usual nerviosismo.

- Y mira que esta es la primera vez que nos veo, que somos posibles, y resulta que lo quiero, sí lo quiero- aunque no quiera quererlo.

En el fondo siguen escuchándose los Buzzcocks ahora más fuerte y más violentos, de música de fondo a personaje en el escenario y mi cerebro comienza a pescar palabras, a unir y relacionar estructuras a ahogarse en la semántica del coro al tiempo que tarareo: